"Algo bueno. Y hasta gustaba: había que correr, se podía gritar, se sudaba y después se sentía hambre. Y esa especie de polvareda temblorosa que con cada estampido se levantaba unos metros del suelo y se volvía a achatar sobre la loma, podía ser una manga de langostas. Es decir: una nube que se estremece por dentro y se desplaza oscureciéndose por partes, como una gigantesca madrépora. " (David Viñas)Foto dedicada a Eva Marín
2 comentarios:
Me gusta, pedazo de bocatas que se están metiendo pal cuerpo. Buen momento y bien fotografiado. Un puntazo esas ropas manchadas de barro. Buena toma.
Que buena
una escena fantastica
menudas texturas de la pared
el peregrino tiene ya unos cuantos años, madre mia
un abrazo
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